En el principio era uno.... y luego fuimos cuatro!

Los límites de la bicicleta.



No es fácil seguirle el ritmo a los políticos y administradores que hablan bonito sobre "la migración hacia la bicicleta" y el transporte ecológico. Mas allá de las ciclovías y ciclo-rutas y los carriles preferenciales (alguien explíqueme la diferencia) el uso de las bicicletas tiene otros problemas que como usuario uno solito tiene que solucionar.


Empecemos por los más difíciles. Seamos serios! el uso de la bicicleta es agradable, práctico y saludable, si uno se mueve en distancias cortas y la diferencia de tiempos y costos frente al transporte público o privado no son significativas. O sea, por mas que vivamos en Bogotá, lo mas práctico es hacer vida de pueblo, moverse en pequeños sectores y no estar viajando por la ciudad todos los días. Y esto pone a prueba el paradigma de la vivienda propia; especialmente en ciudades grandes debe separarse el negocio de invertir en finca raíz y la decisión de donde se vive.

Después de decidirse a viajar mas en bicicleta, hay que dejar de ver los noticieros que les fascina dedicarle mucho tiempo al tema de la inseguridad y en este caso, de los robos a los ciclistas. Si el uso de la bicicleta no es relajante y saludable, mejor dejelo. La máquina debe ser SUFICIENTE para sus necesidades. Cualquier lujo o exceso no le va  a aportar sino miedo.

Hay que conocerse las calles al dedillo, para sacarle el cuerpo a las rutas de las busetas, a los cruces complicados, al semáforo demorado, etc. Y conocerse todos los amarraderos y  parqueaderos de su sector.

Y ahora si, si esta decidido, y aún le quedan ganas, hay que meterle mano a su bicicleta. Sin miedo. Preguntémonos, con sinceridad, ¿Por qué no usamos la bicicleta? En lo mas intimo encontraremos que hay alguna razón, que es posible solucionar con algo de imaginación, un poco de internet y un soldador vecino y preferiblemente amigo suyo.  Y esta es la linea que quiero promover. En Bogotá hay mas bicicletas que personas. Pero muchas bicicletas están arrumadas, guardadas, botadas, desbaratadas, todas con alguna justificación. Si usted vive en un edificio o conjunto, vaya y revise el parqueadero de las bicicletas y digame si estoy equivocado.

Entonces, bicicletas hay. Si además estamos convencidos del cuidado del medio ambiente, la primera línea de lucha es reutilizar. Si ya se respondió sinceramente cual es su necesidad que no satisface su bicicleta y tiene una bicicleta sin uso ¿Por que no hacerle algunas modificaciones?

Ya hice el ejercicio, mi problema era que en el principio era uno y después fuimos dos.... y ahora somos cuatro. Con mi primera hija lo solucione facil, una silla atrás, sobre la parrilla y listo!  Pero cuando nació mi segunda hija y tuvimos que movernos juntos, la cosa no fue tan fácil.

Entonces tenemos ya un listado de necesidades: quería seguir usando la bicicleta, me hacia falta el ejercicio, el carro me cansaba, mis recorridos son cortos (menos de dos kilómetros), compro en las tiendas del sector, y me muevo con dos niñas de 2 y 4 años.  Normalmente, junto con los niños, hay que llevar maletas con muchas cosas.


Algo de internet, pinterest, google, listo. Ya se lo habían inventado.




Pero yo aprendí que las cosas fáciles no son buenas.... si es posible complicarlas!

Eso implicaba comprar la bicicleta completa?... en Dinamarca!  descartado.
Mandarla a hacer completa.?... los fabricantes colombianos no les interesa y cobran para asustar.

¿Que tenia? Una bicicleta todoterreno, de las baratas, marco de hierro, cambios, dos llantas, sillín manubrio... todo eso me servia. Además ya tenia las medidas de la parte delantera (los daneses no son esquivos para compartir esos datos).

Listo, ahora a dejar el miedo de hacer algunas modificaciones y meterle soldadura al asunto.

No fue mas el daño que se le hizo a mi pobre bicicleta, de hecho se puede volver a su uso anterior soltando tres tornillos.

Un marco para el cajón, dos ruedas, unas tablas de mdf, tornillos y pintura. Después, sillas, cinturones de seguridad capota para la lluvia, toldo para el sol... y música para ir cantando!

Ruedas

Las primeras sillas, con cinturones

Capota para la lluvia
y toldo para el sol.


Pero como no todo es felicidad en este mundo... la normatividad de los parqueaderos no tiene una tarifa establecida para estos vehículos mutantes y salvo algún amigo del vecindario, ningún parqueadero me recibe.

Dejando el problema del parqueo, que he ido solucionando con cualquier reja, árbol, letrero, semáforo, ahora soy feliz.

Y por si fuera poco, tengo más ideas para solucionar otros problemas entre las bicicletas y sus usuarios. Si se animan a arriesgar sus bicicletas, y a ser sinceros con sus necesidades o si simplemente quieren regalarme sus bicicletas para que yo siga inventando mutaciones....¡Bienvenidos!

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